Un punto de vista diferente sobre las consecuencias de la pandemia

Los años 2020 y 2021 fueron años de cambio y por tanto de adaptación a una nueva realidad social. Muchas organizaciones tuvieron que experimentar la resiliencia organizacional, innovando y generando nuevas herramientas de trabajo que al mismo tiempo las han llevado a una modalidad más flexible pero que merece mayor atención y supervisión.

Los líderes de las organizaciones que han apostado con éxito por mantenerse en el mercado entendieron que la situación sólo les empujaba hacia nuevos espacios en el mercado, desafiándoles así a diversificar y solidificar sus negocios. La mayoría de ellos aprendieron a generar valor en la incertidumbre, entendieron que las mejores ideas surgen en realidad en la crisis.

Esta situación generó la digitalización de las organizaciones introduciendo en ellas nuevas tecnologías, automatizando procesos, transformando y creando nuevos modelos de negocio seguros y eficaces. Para el 2022, las consecuencias son muchas, sin embargo, pocas son malas dependiendo del ángulo en el que lo observemos. Mirándolo desde un punto de vista positivo, las consecuencias para este año se centrarán en:

1 . Aumento del desarrollo tecnológico centrado en el funcionamiento de los negocios en línea. Aunque han sido muchos años en los que el mundo se ha ido adaptando y creando nuevas herramientas digitales que optimizan la relación entre el capital humano, el beneficio empresarial y la calidad de la entrega al cliente. Estos dos últimos años han sido de vital importancia para su progreso.

2. Mayor cooperación y unión como sociedad . Estuvimos mucho tiempo aislados y ha sido una necesidad relacionarnos, negociar, trabajar en equipo. Por eso se estima que este año habrá una mayor creación de empresas, lo que sin duda ayudará a mejorar la economía, no sólo por el volumen sino por el emprendimiento de ideas adaptadas a la "nueva normalidad".

3. Mayor concienciación sobre la importancia de la Industria de la Salud. Siempre ha sido importante, pero este año será el de repensar como sociedad cómo podemos anticiparnos a futuras crisis sanitarias, creando nuevas medidas orgánicas de prevención.

4. Mayor autoconocimiento de los procesos organizativos internos (auditorías internas de gestión). Tener un correcto conocimiento organizativo nos ayudará a identificar a tiempo qué procesos podemos cambiar para minimizar futuros riesgos significativos. Si algo hemos aprendido en este tiempo, ha sido nuestra falta de anticipación ante acontecimientos nuevos e inesperados. Esto, a su vez, retoma las cuestiones presupuestarias y provisionales de las empresas de cualquier nivel, centrándose en la creación de un departamento de Gestión de Riesgos.

5. Una mejor comunicación entre las partes interesadas externas e internas. La incertidumbre desarrollada durante 2020 y 2021 nos llevará como empresas a estar más atentos a las necesidades, con el fin de preservar nuestro capital de trabajo y nuestra posición en el mercado. Esta consecuencia sólo será posible si existe una buena comunicación entre los implicados.

Retirar o cerrar nuestros negocios no debe ser una opción. Debemos desarrollar estrategias bien pensadas para garantizar nuestra preservación y continuidad.

Hay muchas formas de hacerlo, entre las que recomendamos:

a) No te quedes con una sola fuente de ingresos. Busca nuevas formas de producir.

b) Centra tu negocio en un buen servicio. Si tu actividad es la comercialización de productos, tendrás que ofrecer un valor añadido para su buen funcionamiento, por ejemplo, la entrega de la mercancía.

c) Invertir en tecnología. Sin duda, es el mejor aliado del nuevo mundo.

d) Presupuestar y provisionar el capital circulante y reservar la tesorería.

e) Asegure su empresa anticipando el riesgo. Cree un departamento encargado de evaluar estos eventos futuros, preparando a su empresa para ellos.

Caminamos hacia un nuevo escenario global, debemos actualizar juntos nuestras herramientas y recursos.