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En la era digital, los artistas y los influenciadores no solo crean contenido y arte, sino que también gestionan una serie de activos digitales y empresas que son cruciales para su carrera y su crecimiento financiero. Desde derechos de autor y cuentas de redes sociales hasta contratos y propiedades intelectuales, estos activos representan una parte significativa de su patrimonio.
No controlar estos activos puede llevar a pérdidas financieras devastadoras y conflictos legales complejos. En este artículo, analizaremos la importancia de que los artistas y los influenciadores controlen sus activos digitales y empresas, y analizaremos casos reales que subrayan esta necesidad.
La emblemática banda RBD tuvo que suspender varios proyectos debido a una disputa financiera con su antiguo mánager. Los miembros de la banda Anahí, Christopher Von Uckermann, Dulce María, Christian Chávez y Maite Perroni afirmarn que una investigación de contabilidad forense realizada por Critin Cooperman reveló "irregularidades significativas", lo que indica que sigue sin contabilizarse casi un millón de dólares desde el inicio de la recepción de fondos por parte de T6H en diciembre de 2022. La falta de control sobre los aspectos financieros y contractuales ha resultado ser un obstáculo importante para la banda.
Taylor Swift es uno de los ejemplos más conocidos en la industria musical en lo que respecta a la lucha por la propiedad de los derechos de autor. Swift perdió los derechos de sus primeras grabaciones maestras cuando su antigua discográfica, Big Machine Records, fue vendida a Scooter Braun. Esta situación la llevó a regrabar sus antiguos álbumes bajo el título "Taylor's Version" para recuperar el control de su música. La batalla legal y la regrabación de sus álbumes han supuesto importantes costes financieros y emocionales para la artista.
El popular creador de contenidos Werevertumorro perdió su canal de YouTube, que contaba con millones de suscriptores, tras ser pirateado. La pérdida de su canal supuso un drástico descenso de los ingresos publicitarios y la desconexión de su audiencia. La situación empeoró cuando sus canales fueron eliminados por completo, lo que supuso una pérdida irreparable de contenidos y seguidores.
Los activos digitales, como los derechos de autor, las cuentas de redes sociales y los canales de contenido, son fuentes clave de ingresos para los artistas y los influenciadores. La pérdida de control sobre estos activos puede llevar a una disminución significativa en los ingresos y a la pérdida de oportunidades comerciales.
La propiedad intelectual, incluyendo canciones, videos, marcas y patentes, debe ser gestionada cuidadosamente para evitar disputas legales y proteger los derechos del creador. Los artistas y los influenciadores deben asegurarse de tener contratos claros y registros adecuados de su propiedad intelectual.
La seguridad digital es crucial para proteger los activos en línea. Los hackeos, como el que sufrió Werevertumorro, pueden tener consecuencias devastadoras. Implementar medidas de seguridad robustas y monitorear regularmente las cuentas puede prevenir estos incidentes.
Los artistas y los influenciadores construyen su carrera en torno a su imagen y marca personal. Perder el control de sus cuentas de redes sociales o canales de contenido puede dañar su reputación y afectar negativamente su relación con los seguidores y socios comerciales.
El control de los activos digitales y las empresas es fundamental para el éxito y la seguridad financiera de los artistas y los influenciadores. Los casos de RBD, Taylor Swift y Werevertumorro subrayan las graves consecuencias que pueden surgir de la falta de control sobre estos activos.
Al gestionar y proteger tus activos digitales, los artistas y los influenciadores pueden asegurar un futuro más estable y exitoso.