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El turismo deportivo y musical está en auge, y se proyecta que pronto representará una economía global de $1,5 billones de dólares. Este fenómeno está transformando la manera en que las ciudades y los países se posicionan como destinos turísticos, impulsados por eventos deportivos de alto perfil y conciertos de grandes estrellas de la música.
Eventos como la Copa Mundial de la FIFA, los Juegos Olímpicos, y festivales musicales de renombre mundial están atrayendo a millones de turistas a destinos específicos, generando ingresos significativos no solo para los organizadores, sino también para las economías locales. Este crecimiento ofrece oportunidades inmensas para los artistas musicales, cuyas canciones forman parte integral de la experiencia de estos eventos.
En este contexto, los artistas tienen una oportunidad única no solo de alcanzar audiencias globales, sino también de maximizar sus ingresos a través de las regalías. Sin embargo, para beneficiarse plenamente de este crecimiento, es crucial que los artistas registren sus canciones adecuadamente.
En este artículo, exploraremos la creciente economía del turismo deportivo y musical, y por qué es vital para los artistas registrar sus obras para asegurar el pago de sus regalías.
De acuerdo con un reciente informe deBloomberg Línea, el turismo deportivo y musical está en camino de convertirse en una de las industrias más lucrativas del mundo. Con eventos como el Super Bowl, el Coachella Valley Music and Arts Festival, y el Carnaval de Río de Janeiro atrayendo a millones de visitantes, las ciudades que albergan estos eventos se benefician de un aumento significativo en ingresos por turismo, desde hospedaje y alimentación hasta ventas de mercancías y entradas.
Este auge también repercute directamente en la industria musical, ya que la música es un elemento clave en muchos de estos acontecimientos. Las canciones no sólo acompañan las ceremonias y competiciones, sino que también crean una atmósfera única que mejora la experiencia del espectador.
Colombia, en particular, ha emergido como un destino clave en el turismo musical, con un potencial de crecimiento que es objeto de gran interés. Según un artículo de Portafolio, el país ha comenzado a capitalizar su rica herencia musical y cultural, atrayendo a turistas de todo el mundo a eventos como el Festival de Música de Cartagena y el Festival Vallenato en Valledupar. Estos eventos no solo celebran la música local, sino que también ofrecen una plataforma para artistas emergentes y establecidos, quienes pueden aprovechar este escenario global para ampliar su alcance y generar ingresos adicionales a través de las regalías.
Para los artistas, el crecimiento del turismo deportivo y musical representa una oportunidad única de monetizar su música a una escala sin precedentes. Sin embargo, para asegurarse de que se les paga por el uso de sus canciones en estos eventos, es esencial que registren sus obras en las organizaciones pertinentes. Registrar una canción significa que el artista protege legalmente su obra y se asegura de cobrar siempre que se utilice su música, ya sea en una retransmisión en directo, durante un evento o en una campaña publicitaria relacionada.
Existen varias organizaciones de derechos de autor, como BMI, ASCAP y SOCAN, que gestionan el registro de canciones y la distribución de regalías. Estas entidades se encargan de rastrear cuándo y dónde se utiliza una canción y asegurar que los pagos se hagan a los titulares de los derechos. Sin este registro, los artistas corren el riesgo de perder ingresos significativos, ya que sus canciones pueden ser utilizadas sin su consentimiento o sin compensación adecuada.
El turismo deportivo y musical está experimentando un crecimiento sin precedentes, impulsando una economía global de $1,5 billones de dólares. Para los artistas, este auge ofrece una oportunidad única de monetizar su música en una escala global. Sin embargo, para beneficiarse plenamente, es crucial que registren sus canciones para asegurar que se les pague por el uso de su música.
Proteger los derechos de sus obras es fundamental para garantizar que puedan capitalizar el creciente mercado del turismo musical y deportivo, y maximizar sus ingresos a través de las regalías.